Al borde del presidio

La Policía Federal y Gendarmería se enfrentaron en diciembre de 1995 con efectivos de la Policía provincial que querían detener a Ramón Saadi.

En el escándalo de los senadores nacionales de Catamarca, que se arrastró durante más de un lustro, se destaca un hecho policial.(https://elestanio.com.ar/la-odisea-de-la-banca/)

El 17 de diciembre de 1995, Ramón Saadi estuvo a punto de quedar detenido por orden del entonces juez de Instrucción Edgardo Rubén Álvarez.

El clima comenzó a prepararse un día antes de que Arnoldo Castillo iniciara su segundo período como Gobernador. El reelecto primer mandatario renovó la carga contra Saadi. “Ñoqui de lujo”, chicaneó.

El presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado Nacional, Jorge Yoma, anticipó por su parte que el postulante del PJ sería incorporado, pero 24 horas después el juez Álvarez pidió la detención de Saadi por la “causa Faur”, en la que se investigaba desde 1991 un supuesto doble pago de honorarios. El Senado postergó entonces el tratamiento del diploma del polémico candidato.

Saadi fue sobreseído en la “causa Faur”, que le impidió ser senador nacional y lo puso al borde de la cárcel.

Saadi se salvó del presidio gracias a una resolución de la jueza federal subrogante Luisa Rivera de Buenader, que le otorgó fueros y la custodia de la Policía Federal y Gendarmería para que desembarcara en Catamarca.

Hasta su aterrizaje, el ex gobernador fue considerado prófugo. Se rumoreaba que estaba oculto en el despacho del senador nacional santiagueño José “Pepe” Figueroa. Su llegada desató el conflicto interjurisdiccional.

Las fuerzas federales se enfrentaron en el Aeropuerto Felipe Varela con los efectivos de la Policía provincial que, por orden de Álvarez, querían apresar a Saadi.

El empecinado aspirante a senador fue escoltado hasta su casa de Avenida Ocampo por la Policía Federal y Gendarmería, en una persecución cinematográfica

Después de los forcejeos en el Aeropuerto Felipe Varela – difundidos por televisión a todo el país- Saadi manifestó que estaba dispuesto a declarar cuando estuvieran dadas todas las garantías. No desaprovechó la oportunidad para cargar en contra de Álvarez, a quien calificó como «un canalla y un cobarde».

«Hombre de la peor estirpe: la estirpe de los Castillo», fustigó.

La noche del 17 de diciembre, se enfrentó verbalmente con Arnoldo Castillo en un programa de la televisión nacional. Ambos se acusaron de comer «ñoquis» y «ravioles», reinstalando el tema de la droga.

La confrontación se reiteró luego con el candidato por la mayoría, Oscar Castillo, quien terminó reconociendo que la candidatura del justicialista era «legal, pero no ética».

Finalmente, el 27 de diciembre, Saadi se presentó ante el juez Alvarez y, caución real de 30.000 pesos mediante, fue excarcelado.

La Justicia lo sobreseyó años después en la causa que le impidió ser senador y lo puso al borde de la cárcel.

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