El ‘88

Año intenso: Menem le ganó la interna peronista a Cafiero, murió Vicente Saadi y la reforma de la Constitución provincial provocó un cisma en la UCR catamarqueña del que emergió el embrión del Frente Cívico.

Casi un cuarto de siglo después de la reforma constitucional de 1965, bajo el gobierno de Vicente Saadi, la política catamarqueña se sacudió con otra enmienda traumática.

El saadismo logró establecer a través de ella la reelección indefinida del Gobernador y una cláusula que prohibía ocupar a ese cargo a quien hubiera “ejercido funciones de Gobernador, Interventor Federal, Ministro del Poder Ejecutivo o Juez de la Corte de Justicia en gobiernos de facto”.

El inciso tenía nombre y apellido: desterraba de la competencia electoral a Arnoldo Castillo, que había sido gobernador en los dos últimos años de la dictadura pero retenía un significativo predicamento que lo tornaba la amenaza más seria para los Saadi, que ya habían derrotado dos esquemas radicales alternativos al castillismo.

Sin embargo, la taba cayó finalmente de culo: la maniobra produjo un cisma en la UCR que le permitió al castillismo apoderarse de los resortes partidarios y lo posicionó para buscar un retorno que lograría apenas tres años después, previo Caso Morales.

Como en el ’65, Vicente Saadi y el radical Ramón Edgardo Acuña, asesor del entonces Presidente Raúl Alfonsín, jugaron aliados.  Arnoldo Castillo no cumplió un rol protagónico, pero su hijo Oscar, diputado provincial, se afianzó como articulador clave del antisaadismo.

La reforma produjo un cisma en la UCR que le permitió al castillismo apoderarse de los resortes partidarios y lo dejó posicionado para buscar un retorno que lograría apenas tres años después, previo Caso Morales.

Los aprestos

El gobierno de Vicente Saadi había realizado una consulta popular sobre la necesidad y la oportunidad de la reforma en enero de 1987, en la que había ganado el “Sí”. Pero cuando el tema se trató en la Legislatura, en febrero de ese año, no obtuvo los dos tercios necesarios para su aprobación.

Otro proyecto de ley similar fue propuesto nuevamente un año después por los diputados radicales Pedro Murad, Juan Carlos Barros, Carlos Colla, Julio Espeche, Miguel Curi y Gabino Herrera, presidente del Comité Provincia de la UCR.

El sexteto fue expulsado del partido por la Convención, en un operativo diseñado por Oscar Castillo que arrastró también a Acuña, sindicado como mentor de la componenda con el clan Saadi.

En una entrevista con diario El Esquiú, Juan Carlos “Bayo” Barros señaló que la reforma era “una jugada política que intentaba ponerle freno a la figura de Vicente Saadi, que manejaba los hilos en el Senado de la Nación”. Castillo, aseguró, formaba parte de ella hasta que decidió desertar.

“Yo estaba aquí en mi casa con un gran militante como es Pedro Nassim. Sonó el teléfono, atendí y escucho que me dicen: ‘ahijado, necesito que venga a mi casa’. Era el padrino de mi señora, Edgardo Acuña, asesor presidencial de Alfonsín y el máximo referente que teníamos en la provincia. Fuimos con Pedro y de entrada me dijo que luego de la interna las cosas habían quedado mal en el partido; que acusaban a la lista Roja de haberle robado los votos a la Celeste en la disputa Genaro Collantes-Arnoldo Castillo y otras cuestiones. Ahí me cuenta la idea de hacer una reforma constitucional como un hecho  político trascendental”, relató.

Acuña le dijo que el proyecto debía ser firmado “por todos los bloques”.

“Acuña confiaba en que una reforma constitucional arreglaba el partido y en la lista pensó poner a la mayoría de la Celeste. Lo primero que le pregunté fue: ¿Oscar sabe de esto? Presentía una reacción en contra, sabía quién era quién. Fui a la casa de Carlos Colla –que era diputado, igual que yo- para que firme el proyecto. Carlos dijo: ‘Si lo pide Edgardo, debe ser un pedido presidencial’. Lo firmó y lo propio hizo luego el diputado Julio Espeche, al igual que Gabino Herrera, Pedro Murad y Miguel Angel Curi. Al otro día, las paredes amanecieron con pintadas: ‘Bayo saadista’, ‘Traidores’, y los nombres de todos nosotros. Hasta ese momento yo no había firmado el proyecto y la reacción, bronca mediante, fue firmarlo. En la Convención quedó claro que el proyecto fue elaborado por Oscar Castillo y Pedro Murad”, recordó Barros.

Oscar Castillo no desaprovechó la oportunidad de quedarse con la conducción de la UCR. contaba con la mayoría en la Convención. Dado el acuerdo entre la cúpula partidaria y el Gobierno, el movimiento equivalía a ganar el centro del espacio antisaadista, que quedaría vacante.

El cisma

La necesidad de la reforma se aprobó en la Cámara de Diputados el 28 de junio de 1988.

En el debate, lideraron la voz opositora Castillo -presidente de la bancada de la UCR- y Pedro Villarroel. Además del “grupo de los seis”, la postura favorable fue sostenida desde el PJ por Jorge Díaz Martínez, titular del cuerpo, y Edgardo Macedo, presidente del bloque oficialista.

La sanción de la ley precipitó la crisis en el radicalismo.

Oscar Castillo no desaprovechó la oportunidad de quedarse con la conducción del partido. Contaba con la mayoría en la Convención. Dado el acuerdo entre la cúpula de la UCR y el Gobierno, el movimiento equivalía a ganar el centro del espacio antisaadista, que quedaría vacante.

Pero había un aliciente adicional para que buscara deslegitimar la reforma. La cláusula que el saadismo proyectaba incorporar para prohibir el acceso a la Gobernación a mandatarios de facto lo privaba de la base electoral que garantizaba su padre Arnoldo, indispensable para él, que iniciaba su despegue político.

Las expulsiones se produjeron el 9 de julio del ’88, directamente por el voto de los convencionales, sin dar participación al Tribunal de Disciplina.

Se desató una polémica signada por las acusaciones cruzadas, en la que Acuña salió en defensa de los expulsados y de la enmienda.

En lo más álgido del enfrentamiento, publicó una solicitada para explicar su posición. Pero la pelea había trepado a un punto de no retorno. El calibre de las imputaciones con que le respondieron los castillistas recibió como réplica un pedido de desafuero y una querella por calumnias e injurias en contra de Oscar, a quien “Bayo” Barros acusó de corruptelas en el manejo de las cajas del Plan Alimentario Nacional (PAN).

Que el desafuero contra Oscar nunca prosperara resultó extraño en ese momento, porque el “grupo de los seis” podría haber tenido el respaldo del Justicialismo y, con ello, el número necesario para desbancarlo. Una versión conjetura que Ramón Saadi accedió a un pedido de clemencia del alfonsinismo.

La Casa Rosada guardó silencio durante todo el conflicto.

Vicente Saadi murió el 10 de julio, dos semanas después de la sanción de la controvertida ley en la Cámara baja. Alfonsín participó en el velorio realizado en Buenos Aires y fue reemplazado en las exequias catamarqueñas por su ministro del Interior, Enrique “Coti” Nosiglia.

Oscar consiguió más adelante apoyos del Comité Nacional de la UCR para afirmar su incipiente jefatura, principalmente del secretario general, Luis “Changui” Cácerez.

La Convención

Las elecciones de convencionales constituyentes se hicieron el 7 de agosto. Participaron dos listas: el Frente de Unidad y Solidaridad Constituyente y la Unión de Centro Democrático. La UCR se abstuvo y militó el voto en blanco.

Los 51 convencionales deliberaron entre el 18 de agosto y el 3 de septiembre en el Complejo Urbano Girardi, presididos por Ramón Saadi. Gabino Herrera ocupó la Vicepresidencia Primera y Jorge María Ponferrada, del Partido Demócrata, la Segunda. Alicia Saadi ofició de Secretaria Parlamentaria.

En octubre se celebraron las elecciones en las que Ramón Saadi le ganó la Gobernación a José Alberto Furque, tercer radical derrotado por el peronismo desde la restauración democrática: Ernesto Alderete Salas había perdido contra el mismo Ramón en el ’83, en un final de bandera verde; Genaro Collantes, contra Vicente en el ’87.

En el ’91, Arnoldo Castillo sortearía la cláusula que lo proscribía y quebraría la racha con el Frente Cívico y Social.

Dos décadas de poder boinablanca se iniciaban en Catamarca.

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