Jorge Asís ofrece las síntesis más adecuadas para el momento político. Milei no es bocado, sino mandíbula, y ofrece a Macri la opción nicho o tierra.
Javier Milei adopta con Mauricio Macri el mismo objetivo político que Néstor Kirchner tomó frente a Eduardo Duhalde: la eliminación de cualquier amenaza al liderazgo de su cuadrante ideológico.
Como el de Kirchner en 2003, el de Milei es un liderazgo en tránsito. El de Kirchner se solidificó en 2005, cuando Cristina le ganó la pelea electoral en la Provincia de Buenos Aires a Hilda González, más conocida como “Chiche” Duhalde.
Milei se orienta con la misma hoja de ruta hacia 2025. Su enemigo del momento no es Cristina Kirchner, en la que se apalanca para polarizar, sino Macri, con el que comparte –o compartía- electorado. El diseño explica también el enfrentamiento con su vicepresidenta, Victoria Villarruel, rea de complicidad con la casta.
Hasta ahí las similitudes.
Kirchner, un caracterizado miembro de la corporación política que accedió a la Presidencia por la renuncia a competir en el balotaje de Carlos Menem, que le había ganado en primera vuelta, tenía disposición una estructura de gobernadores e intendentes que abrevaban en el PJ y se plegaron sin excesivas reticencias a su conducción.
Milei es un forastero que ha elegido edificar su jefatura en tensión con la casta política y crear un nuevo partido: La Libertad Avanza.
El libertario se impuso, además, tras romper con quienes contribuyeron a encumbrarlo con la intención de manipularlo. La realidad no encaja con el heroico relato oficial, pero lo cierto el peronismo colaboró con Milei hasta las PASO para partir el voto de Juntos por el Cambio y luego Macri se apresuró a darle su apoyo después de la primera vuelta que dejó afuera del litigio a Patricia Bullrich, en el famoso Pacto de Acassuso que dinamitó Juntos por el Cambio. En una apuesta personal, el jefe del PRO destruyó la herramienta electoral que lo había llevado al poder, calculando que le resultaría sencillo infiltrar al debutante Milei.
Durante el primer tramo de la gestión libertaria cabalgó insistente la idea de que Milei terminaría fagocitado por Macri, incluso proliferaban los “memes” alusivos basados a la caracterización de Jorge Asís: el Ángel Exterminador.
Quizás Juntos por el Cambio le hubiera sido muy útil a Macri para tratar de sostener gravitación, si no hubiera cedido a los instintos exterminadores que indujeron la traición temprana del Pacto de Acassuso
2025 incuba la posibilidad cierta de que el exterminador termine exterminado.
Macri está cercado en la Ciudad de Buenos Aires, que gobierna su primo Jorge. Quizás Juntos por el Cambio le hubiera sido muy útil para tratar de sostener gravitación en esta instancia, si no hubiera cedido a los instintos exterminadores que indujeron su traición temprana.
Resultó que Milei no es Bullrich, ni Horacio Rodríguez Larreta; no es carne de exterminio, más bien parece pertenecer a los exterminadores. Otra vez Asís: Milei no es bocado, sino mandíbula, y ofrece a Macri la opción nicho o tierra.
El Pacto de Acassuso fue producto de una gigantesca equivocación. Para decepción de los idealistas, las victorias electorales no pertenecen a las ideas, sino a los dirigentes.
El gran derrotado de 2023 no fue Massa, sino Macri.
Ver también en El Estaño
https://elestanio.com.ar/el-gran-derrotado-fue-macri/
https://elestanio.com.ar/la-motosierra-empezo-por-macri/