Mientras el Frente de Todos se esfuerza por esconder sus tensiones, en Juntos por el Cambio se exacerban rencores propios de los juicios sucesorios. Pasa en las mejores familias. Los herederos se tirotean como si Mauricio Macri fuera un tío rico en el geriátrico demorando su esperado deceso.
¿Será finado ya Mauricio Macri? En vez de Gilda, debería superar la urticaria y probar con el peronista «Mordisquito» Discépolo: «Cuando manyés que a tu lado se prueban la ropa que vas a dejar».
La fractura del radicalismo en la Cámara de Diputados forma parte de la disputa por tomar el comando del partido para la pulseada con el PRO por el reparto en 2023.
El Comité nacional se apresta a renovar autoridades. El gobernador jujeño Gerardo Morales y el senador nacional porteño Martín Lousteau capitanean los sectores que pretenden reemplazar al mendocino Alfredo Cornejo en la Presidencia.
En comandita con Lousteau, los diputados Emiliano Yacobitti y Rodrigo De Loredo acaudillaron el cisma del bloque radical. No llegaron a juntar los votos necesarios para arrebatarle la presidencia de la bancada a Mario Negri –que además preside el interbloque de Juntos por el Cambio-, de modo que armaron un rancho aparte de hasta ahora 12 brazos: Evolución.
El anuncio estuvo a cargo de Yacobitti. El presidente del grupo herético será De Loredo, quien le ganó junto a Luis Juez la interna a Negri en Córdoba.
Una reunión entre Lousteau y Morales propiciada por Cornejo para acortar distancias casi termina a golpes.
Morales le reprochó al porteño que instigue la insurrección cuando el radicalismo debe mostrarse unido para pelearle el liderazgo de Juntos por el Cambio a los macristas. Para el jujeño, la maniobra es funcional al kirchnerismo y Lousteau acciona como quintacolumna del alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta en el partido.
Lousteau expresó su estupor por el hecho de que tales recriminaciones fueran escupidas por quien mantiene sospechosas, de tan excelentes, relaciones con el presidente Alberto Fernández y el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Tomás Massa. Morales integró en 2015 la pandilla derrotada en la Convención de Gualeguaychú, que proponía acordar con Massa y no con Macri.
Morales le reprochó a Lousteau que instigue la insurrección cuando el radicalismo debe mostrarse unido para pelearle el liderazgo de Juntos por el Cambio. Lousteau expresó su estupor por el hecho de que tales recriminaciones fueran escupidas por quien mantiene sospechosas, de tan excelentes, relaciones con el presidente Alberto Fernández y el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Tomás Massa
En la réplica, no se privó el gobernador de recordar que Losteau, cuando era ministro de Economía de Cristina Kirchner en 2008, fue el ideólogo de la célebre resolución 125 que desató el conflicto con el campo.
También lo acusó de violento por mandar “a los barras a pegarle a los pibes” en la elección de autoridades de la Juventud Radical, donde el sector de Yacobitti y Lousteau perdió a manos de la correntina Valeria Pavón.
En esa pelea hubo un indicio interesante para Catamarca: el diputado catamarqueño Tiago Puente, castillista, fue elegido secretario general.
A Lousteau le enrostran además sus vínculos con el ex ministro del Interior alfonsinista Enrique “Coti” Nosiglia, personaje cuyo misterioso halo permite atribuirle todo tipo de maldades.
Catilinaria
El recrudecimiento de las escaramuzas radicales tuvo como prolegómeno la fiesta por el vigésimo aniversario de la Coalición Cívica, a la que concurrió lo más granado de Juntos por el Cambio para escuchar una catilinaria de Elisa Carrió, especialista en el género.
Ya venía advirtiendo que podía retirarse de la alianza si se sentía objeto de “un maltrato profundo”.
En los festejos instó a los contertulios a poner “caras decentes”, evitar el “doble juego” en las tratativas con la Casa Rosada y amenguar las peleas “por los cargos”.
El recrudecimiento de las escaramuzas radicales tuvo como prolegómeno la fiesta por el vigésimo aniversario de la Coalición Cívica, a la que concurrió lo más granado de Juntos por el Cambio para escuchar una catilinaria de Elisa Carrió, especialista en el género.
“O es un nuevo contrato moral o es el ‘que se vayan todos’”, les remarcó a los tahúres, que la escucharon de lo más contritos. “Yo no me callo más”, avisó.
“Sepan lo que eligen en la presidencia de los bloques –siguió–. Yo no me fui de un partido que tenía corruptos para venir a hablar con los hijos privilegiados de esos corruptos, que manejaron Medicina o la Franja de Ciencias Económicas con la mayor corrupción que se conoce en la historia”.
Le tiró a Rodríguez Larreta: “No se puede ser amigo del Coti Nosiglia toda la vida, muchachos. El que le caiga el cuerpo, que le caiga”.
Juan Nosiglia, hijo de Enrique “Coti”, se incorpora al gabinete porteño. Debe ser uno de los “hijos privilegiados”.
Se desarrolla en el macrismo el mismo litigio por la manija que en la UCR, aunque con menos meandros, pues el PRO tiene problemas para afirmarse fuera del ejido porteño
Larretismo
Rodríguez Larreta, mientras, sigue en la rosca pala en mano para sepultar a Macri tras la herencia de la jefatura del PRO, con la intención de proyectarse a la Presidencial.
Se desarrolla en el macrismo el mismo litigio por la manija que en la UCR, aunque con menos meandros, pues el PRO tiene problemas para afirmarse fuera del ejido porteño: tuvo que exportar a María Eugenia Vidal en 2015 para la gobernación de Buenos Aires y al “Colorado” Diego Santilli como candidato a diputado nacional.
El alcalde teje hacia el interior para la contienda con los radicales, busca trascender la General Paz.
El lunes volvieron a reunirse con él los catamarqueños Rubén y Mariano Manzi, de la Coalición Cívica, y el diputado reelecto Enrique Cesarini, del PRO.
¿Será finado Macri?