El escándalo institucional por la negativa del FCS a admitir que Ramón Saadi sea senador nacional fue uno las más emblemáticos de la fractura que signó la década de 1990.
Catamarca acaba de elegir sus tres senadores nacionales por quinta vez a través del voto popular. Hasta 2001, como en todo el país, el procedimiento estuvo a cargo de la Asamblea Legislativa.
Entre 1995 y 2001, la representación catamarqueña en la Cámara alta fue ejercida solo por el radical Pedro Guillermo Villarroel. Los dos senadores restantes no pudieron asumir debido a la negativa del Frente Cívico y Social a reconocer a Ramón Saadi como representante del Partido Justicialista. Esta reticencia trabó también el ingreso del radical Oscar Castillo.
El escándalo institucional comenzó en 1995, poco antes de que Arnoldo Castillo asumiera a su segundo período democrático como gobernador y de que Saadi y Castillo dejaran sus bancas como diputados nacionales para intentar dar el salto a la Cámara Alta.
El por entonces vicegobernador y presidente del Senado, Simón Hernández, convocó a la Asamblea Legislativa para el 10 de octubre para elegir al senador reemplazante de Mario Fadel y uno más por la minoría, conforme a lo establecido en la reforma constitucional de 1994.
En septiembre de 1996, cuando todo estaba preparado para la asunción de los senadores catamarqueños, el vicepresidente Carlos Ruckauf se negó a tomar juramento a Saadi.
Anunció tres candidatos: Oscar Castillo, Ramón Saadi y el ex gobernador Hugo Mott, lo que provocó la inmediata reacción de los justicialistas, que rechazaron la posibilidad de que Mott pudiera ser una alternativa a Saadi.
Otras fuerzas políticas vieron espacio para quedarse con la tercera banca. El recién nacido FREPASO, que no tenía representación parlamentaria, postuló a Raúl Scolamieri. También se sumó a la pulseada el sindicalista Luis Barrionuevo.
La Asamblea fracasó estrepitosamente.
El orden del día diseñado por el FCS marcaba que los senadores debía elegirse por separado: primero el de la mayoría, luego el de la minoría. La intención era obvia: designar a Castillo y dejar indefinida la representación de la minoría, o bien suplantar a Saadi.
Pero los tribunos del PJ se apartaron de la minuta oficial y votaron por los dos candidatos al mismo tiempo. El FCS pasó a cuarto intermedio cuando 11 legisladores habían expresado su voto y no dio quórum para la reanudación.
Oscar Castillo había conseguido 6 votos, contra 4 de Saadi.
El video-pliego
Hernández convocó a la Asamblea nuevamente para el 31 de octubre, pero el PJ opinó que tanto Castillo como Saadi habían resultado electos y presentó al Senado los videos de la polémica sesión y las versiones taquigráficas para que el ex gobernador pudiera jurar. También consiguió el aval del Consejo Nacional partidario, pero el escándalo creciente fue minando las solidaridades iniciales hasta dejar a Saadi prácticamente solo.
En el medio de los tironeos, comenzaron a banderearse públicamente las razones por las que no podía ser senador, basadas en las causas penales que había en su contra que, para el FCS, lo inhabilitaban moralmente. El PJ insistía en que el FCS carecía de facultades para determinar quién debía ser el candidato por la minoría y denunció incluso intentos de soborno. Empezaron a circular versiones de una intervención a la Legislatura catamarqueña.
El conflicto fue cobrando envergadura en todos los frentes. Se hicieron presentaciones ante la Justicia, el Senado rechazó el video-pliego elevado por el saadismo y sugirió que los candidatos se designaran en un único acto.
La Asamblea del 31 nunca se hizo. El PJ propuso que los nuevos representantes se eligieran durante el informe anual de los senadores nacionales Villarroel y Fadel, lo que fue rechazado por el FCS.
El oficialismo se sinceró: mientras Saadi fuera el candidato, no habría plenario.
Orden de captura
El escándalo hizo metástasis.
La Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado emplazó a la Legislatura catamarqueña a comunicar el nombre de los senadores electos en 72 horas. De lo contrario, anunció, se tomaría como válido el video-pliego presentado por el PJ. El FCS rechazó la intimación enérgicamente.
El 6 de diciembre, cumplió la amenaza y se pronunció a favor del video-pliego.
En busca de una salida, Hernández convocó a una nueva Asamblea para el 13, pero el Justicialismo rechazó la idea por extemporánea. Otras dos convocatorias se frustraron por falta de quórum.
Cuando la asunción parecía inminente, el juez de Instrucción Edgardo Rubén Alvarez ordenó la captura de Saadi por una causa de corrupción. El ex gobernador zafó porque la Justicia Federal le reconoció fueros, pero no pudo evitar el bochorno cuando la Policía de la Provincia intentó detenerlo y fue defendido por la Federal y Gendarmería.
Finalmente, se presentó a declarar y fue excarcelado.
En medio del cruce de acusaciones y agravios entre castillistas y saadistas, Hernández anunció entonces que convocaría a otra Asamblea en febrero, pero nunca cumplió.
En septiembre de 1996, cuando todo estaba preparado para la asunción de los senadores catamarqueños, el vicepresidente Carlos Ruckauf se negó a tomar juramento a Saadi.
Agotados los recursos en el país, en 1998 Saadi pidió a la Unión Interparlamentaria Mundial que reconociera sus derechos a ser el senador por la minoría catamarqueña.
La Asamblea se hace
En septiembre de 1996, cuando todo estaba preparado para la asunción de los senadores catamarqueños, el vicepresidente Carlos Ruckauf se negó a tomar juramento a Saadi.
Ante los infructuosos pedidos para que la Asamblea sea convocada, Saadi se presentó el 13 de febrero de 1996 en el Congreso y se entrevistó con varios miembros del bloque Justicialista.
Cristina de Kirchner se retiró sin siquiera saludarlo, varios senadores manifestaron su oposición a que fuera incorporado. El riojano Jorge Yoma, titular de la Comisión de Asuntos Constitucionales, señaló que la Cámara no estaba habilitada para tratar el pliego del catamarqueño, ya que no se había cumplido con el requisito constitucional de la Asamblea Legislativa.
Vencido y bombardeado desde todos los ángulos, Saadi disminuyó transitoriamente la presión para sentarse en el escaño que había ocupado en la década del ’80.
Martha Pelloni, mientras tanto, aprovechó el juicio por el Caso Morales para condimentar la puja con el paradigmático crimen y denunció un pacto saadista-castillista vinculado a la elección de los senadores nacionales. La abogada Lila Zafe aportó que la resolución de la causa por la muerte de la adolescente estaba atada al destrabe del tema.
Al mismo tiempo, tomaban cuerpo operaciones para intervenir la Legislatura catamarqueña. Varios senadores nacionales del PJ cercanos a Saadi presentaron un proyecto en tal sentido.
El vicegobernador Hernández convocó a una nueva Asamblea para el 15 de agosto, que fracasó por falta de quórum y por el fallecimiento del senador provincial Alfredo Mohaded.
Finalmente, se hizo el 9 de septiembre: Oscar Castillo fue elegido por la mayoría con 29 votos, contra 26 abstenciones y votos negativos.
Hernández consideró que los candidatos de la minoría, Saadi y Scolamieri (FREPASO), habían sido rechazados por tener más votos negativos que positivos. Saadi había obtenido 20 votos contra 34 votos negativos. Scolamieri 5, y 50 en contra.
La Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado aprobó los pliegos de Castillo y Saadi. En el caso del justicialista, con la disidencia de la UCR y el FREPASO.
La negativa de Ruckauf
El 18 de septiembre de 1996, cuando todo estaba preparado para la asunción de los senadores catamarqueños, el vicepresidente Carlos Ruckauf se negó a tomar juramento a Saadi. Castillo pidió ser incorporado, pero se lo negaron porque los dos legisladores debían asumir juntos.
En marzo del ’97, la Comisión de Asuntos Constitucionales devolvió la pelota a Catamarca al aprobar un proyecto regresando a la Legislatura los pliegos de los dos candidatos.
El FCS decidió convocar la Asamblea para el 10 de julio. El FREPASO denunció un pacto radical-justicialista en Buenos Aires y castillista-saadista en Catamarca para permitir el ingreso de Saadi, que fue desmentido por Rodolfo Terragno y Oscar Castillo en conferencia de prensa.
La Asamblea, sin la presencia del FREPASO, ratificó lo actuado, pero Yoma devolvió rápidamente las actas.
El 4 de diciembre, sorpresivamente, Hernández convocó por quinta vez a la Asamblea para el día siguiente, pero fracasó por falta de quórum.
Operación Namibia
Agotados los recursos en el país, Saadi recurrió a la Unión Interparlamentaria Mundial pidiendo le fueran reconocidos sus derechos a ser el senador por la minoría catamarqueña.
En mayo de 1998 el organismo, reunido en Namibia, África, resolvió que estaba en condiciones de asumir y pidió al Congreso que lo incorpore, pero el 18 de junio, cuando todo estaba listo para el juramento, una división en el bloque justicialista impidió la formación del quórum y las aspiraciones del ex-gobernador se truncaron nuevamente.
Ruckauf ratificó su negativa a tomarle juramento y los senadores Antonio Cafiero, José Manuel De la Sota y Carlos Reutemann, entre otros, manifestaron su oposición a que sea designado.
El final
Saadi y Oscar Castillo se enfrentaron mano a mano por la Gobernación de la Provincia en marzo de 1999. Ganó el radical, y Ramón obtuvo en octubre de ese año una banca de diputado nacional. Tras jurar, pidió ser incorporado inmediatamente a la Cámara de Senadores, pero no tuvo éxito.
En 2001, Luis Barrionuevo la ganó las internas en el PJ y logró la banca a través del voto en las generales.
Ramón cumpliría su esquivo sueño recién en 2003.