Operación Caja de Ahorro

Precuela de la odisea por la banca de Ramón. A Alicia Saadi le quedaban dos años de mandato como senadora nacional en 1993, cuando Julio Amoedo dejó vacante su escaño en la Cámara Alta. Para extender su permanencia, el saadismo montó un operativo cuyo punto más polémico fue Asamblea Legislativa en la Caja de Ahorro.

En ese entonces, el Senado nacional se componía con dos representantes por provincia que eran elegidos por la Asamblea Legislativa, no tres surgidos del voto popular como ocurre desde 2001. Los de Catamarca eran Alicia y Amoedo, quien concluía su mandato y debía ser reemplazado.

El sucesor de Amoedo ocuparía la banca hasta el 2001. Alicia terminaba en 1995.

Dada la relación de fuerzas en la Cámara de Diputados, el FCS tenía posibilidades de colocar un representante de sus filas en la Cámara alta.

Un hecho inédito: desde la restauración democrática, los casilleros ahí habían sido cubiertos por el saadismo. El Senado, además, había sido el territorio institucional determinante para la proyección del poder nacional de Vicente Saadi.

Para mantener sus posiciones, el saadismo diseñó una operación de enroque. Alicia renunciaría a su banca, para ocupar la que dejaría vacante Amoedo hasta 2001. En su reemplazo, por dos años, asumiría Atanacio Carrizo.

El único inconveniente era hacer la Asamblea para darle visos de legalidad a la maniobra.

Operativo relámpago

El andalgalense Adolfo Martín Giordani fue la pieza clave para organizar el plenario. Era el presidente provisorio del Senado y uno de los senadores suplentes del PJ que el FCS había hecho asumir en 1992, cuando Saadi ordenó que los titulares no prestaran juramento con la intención de precipitar una crisis institucional y la intervención federal a sus adversarios.

El vicegobernador Simón Hernández se negaba a convocar la Asamblea para elegir al senador reemplazante de Amoedo hasta que no se cerrara un acuerdo político para colocar alguien conveniente tanto para el FCS como para el menemismo y la coalición oficialista no daba el quórum en la Cámara de Diputados.

El 6 de abril por la mañana, Giordani ocupó la presidencia del Senado de prepo e hizo la convocatoria en una sesión con la sola presencia de los justicialistas.

los Saadi recién conseguirían reingresar en el campo de maniobras más emblemático de Vicente en 2003, cuando el voto neutralizó los filtros éticos que sus enemigos consiguieron imponer durante una década

Terminó detenido pese a sus fueros. El juez Manuel Zeballos consideró que había sido sorprendido in fraganti usurpando el puesto de Hernández, que estaba en el Palacio Legislativo en ese momento. El arresto se llevó a cabo en la propia Legislatura, en medio de una trifulca que trascendió las fronteras provinciales.

Detenido y todo, el senador se escapó de su domicilio escondido en el baúl de un automóvil, para conducir la felliniana Asamblea en la Caja de Ahorro, de la que participaron diputados suplentes a los que se hizo jurar ante la falta de quórum en la Cámara baja por la ausencia de los legisladores del FCS.

La sesión, desordenada y veloz, le otorgó la banca de Amoedo a Alicia Saadi, que ya había presentado su renuncia al escaño que ocupaba, y designó en su lugar a Carrizo.

En realidad, jamás se supo si el quórum reglamentario había sido alcanzado. Había tanta gente en el recinto de la Caja y el trámite fue tan confuso que no quedó nada en claro. La maniobra, que había tenido en principio guiño favorable del menemismo, comenzó a escorarse.

Las actas no pudieron salir del Aeropuerto Felipe Varela hacia Buenos Aires porque la Policía de la Provincia impidió la salida de un avión preparado por el saadismo. Hubo tensos forcejeos entre partidarios de los Saadi, gendarmes nacionales y policías. El diputado nacional Miguel Ferradás llegó a exhibir un arma de fuego.

Giordani fue finalmente detenido en la madrugada, pero las actas pudieron llegar a la Capital Federal vía Santiago del Estero para que el Senado decidiera los pasos a seguir.

El naufragio

En alas del escándalo, la Asamblea ganó de inmediato la caracterización de “trucha” a nivel nacional y los senadores no quisieron contaminarse. El Senado aceptó la renuncia de Alicia y rechazó los pliegos de ésta y de Carrizo aprobados por la improvisada Asamblea.

Los dos senadores elegidos finalmente fueron Mario Fadel en lugar de Alicia y Pedro Villarroel por Amoedo, quien concluiría su mandato en el 2001 como único representante catamarqueño en ese cuerpo.

Con Ramón, los Saadi recién conseguirían reingresar en el campo de maniobras más emblemático de Vicente en 2003, cuando el voto neutralizó los filtros éticos que sus enemigos consiguieron imponer durante una década.

 

Ver también el El Estaño

https://elestanio.com.ar/la-odisea-de-la-banca/

 

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