Se afianza “La Papanato”

La agrupación, orientada por el macrismo, mostró las uñas en la discusión por la participación del diputado Enrique Cesarini en la comitiva oficial a la feria minera de Canadá.

La polémica por la inclusión del diputado provincial macrista Enrique Cesarini en la comitiva catamarqueña que participó de la última feria internacional minera de Canadá fue propicia para el lanzamiento en Juntos por el Cambio de la agrupación “La Papanato”. Se trata de un viaje clásico, muy codiciado, y Cesarini no sólo fue el único opositor invitado: también, el primero desde que estas expediciones se organizan, y además tuvo la suerte de ser seleccionado para continuar el periplo norteamericano en la escala California, acompañando al vicegobernador Rubén Dusso y el presidente de YMAD, Fernando Jalil. Un pionero de la transversalidad catucha.

“La Papanato” fue bautizada así porque sus integrantes más caracterizados frecuentaban el local gastronómico homónimo ubicado en la avenida Illia, que hasta hace poco pertenecía al “Trader God” Edgar Adhemar Bacchiani, preso por estafa. El local de «Adhemar Capital» funcionaba a pocos metros.

Los miembros de la agrupación coincidían allí con un experimentado operador en el terreno de la obra pública y los contratos con el Estado proveniente, igual que el presidente del PRO, Carlos Molina, del sector radical acaudillado por el exintendente de la Capital Ricardo Guzmán, muy bien relacionado ahora con sectores decisivos del oficialismo .

El viaje de Cesarini a Canadá se mantuvo en reserva hasta que el Gobierno lo hizo público con una foto de la pandilla catamarqueña en actitud de camaradería. Los radicales sabían, pero habían preferido no hacer recriminaciones a sus socios.

Difundida la novedad, el primero en salir fue el diputado provincial José “Chichí” Sosa, viejo antagonista del “guzmanismo”, de olfato entrenado para las conspiraciones en las batallas de la década del ’90. Otros correligionarios se prendieron en su estela después y objetaron la representatividad del macrismo y la señal de complicidad con el Gobierno que enviaba cuando se endurece justamente el debate por la política minera.

El “Grupo Papanato” fue bautizado así porque frecuentaba el local gastronómico homónimo ubicado en la avenida Illia, que hasta hace poco pertenecía al “Trader God” Edgar Adhemar Bacchiani

Jefe del PRO, el ex diputado Molina cruzó las críticas.

“No hay que confundir el punto de vista institucional con ser una oposición firme que marque los errores del Gobierno, tal como se lo hemos marcado con la subfacturación de Livent y su falta de control. El hecho de que Enrique represente un sector de la oposición no convalida lo que se hace mal en minería. Por el contrario, es conocer de cerca los principales actores de la minería del mundo para estar preparados cuando nos toque gobernar el año que viene”, dijo.

Los dueños del peaje

La controversia forma parte de los aprestos para las elecciones provinciales, que se adelantarían para marzo, con las tensiones intestinas nacionales todavía irresueltas.

La relevancia electoral del PRO en Catamarca es exigua, pero compensa esta deficiencia con el control del peaje institucional para llegar al ex presidente Mauricio Macri, el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y otras figuras del macrismo como Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal.

Molina cuida con celo este insumo.

Cesarini, que lo precedió en la presidencia del partido, encabezó el año pasado la lista de precandidatos a diputados provinciales que derrotó a la del ex gobernador Oscar Castillo debido al financiamiento que consiguió el PRO para la campaña. La propuesta fue encabezada por Flavio Fama para el Senado y Francisco Monti para la Cámara de Diputados de la Nación, ambos radicales.

Las intenciones del PRO provincial pasan, de mínima, por retener el año que viene la banca de la diputada provincial Natalia Saseta, pero maniobra también para arrebatarlela de diputado nacional que ocupa Rubén Manzi a la Coalición Cívica . Este segundo objetivo generará seguramente diferencias dentro de “La Papanato”, uno de cuyos miembros es el presidente del Congreso de la CC, Mariano Manzi, hijo del legislador nacional.

Compañeros en la Cámara baja, Monti y Manzi padre trabajan en la conformación de un eje contrario a las aspiraciones del senador nacional Fama, quien no participa de las actividades que organizan ambos.

Los macristas monitorean esa disputa interna de la UCR y tratan de subir su precio a través de los coqueteos con el Gobierno, método que ya aplicaron en otras oportunidades.

En el radicalismo recuerdan el respaldo que prestó Molina para que el Gobierno de Lucía Corpacci ampliara de tres a cinco el número de miembros de la Corte de Justicia y, en otra ocasión, para que quedara a un paso de sancionar la necesidad de reforma de la Constitución provincial.

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