Cerco sanitario

La UCR maniobra para despegar de sus socios del PRO y la Coalición Cívica, que apoyan al “trader” Edgar Adhemar Bacchiani.

Los diputados de la UCR de Catamarca decidieron prescindir de sus socios macristas para el diseño de la agenda de trabajo parlamentario, en la que se destaca el monitoreo del estado edilicio de las escuelas a tres semanas del comienzo del ciclo lectivo. Ni el reelecto Enrique Cesarini, presidente del PRO catamarqueño, ni su compañera de bancada, Natalia Saseta, participaron del encuentro en el que los legisladores boinablancas definieron las prioridades opositoras.

La maniobra de aislamiento de los radicales incluyó una recorrida por escuelas del sur capitalino al día siguiente de la reunión en la Cámara baja, en la que tampoco participaron los dos macristas. En sus redes sociales, los diputados coincidieron en calificar como “lamentable” el estado de algunos establecimientos, que no contarían con “lo básico» para funcionar. También marcaron que el sistema educativo ha perdido “capacidad de contención desde lo alimentario”.

a través de la diputada Saseta y el ex diputado Diego Figueroa, El PRO impulsó en noviembre del año pasado un proyecto para que la Cámara baja respalde las actividades de Edgar Bacchiani y le otorgue un reconocimiento institucional

El bloque radical planteó un pedido de informes al Gobierno para averiguar el monto presupuestado para mantenimiento de las escuelas, el porcentaje ejecutado y el estado edilicio de toda la infraestructura.

Aunque la iniciativa es inoficiosa desde el punto de vista legislativo, pues las sesiones ordinarias recién se iniciarán en mayo, apuntan a instalar el tema y monopolizar el protagonismo en la pelea contra el Gobierno.

En la contraparte, el vicegobernador Rubén Dusso, recién repuesto de un cuadro de coronavirus y a cargo de la Gobernación debido a que el gobernador Raúl Jalil participó de la gira presidencial por Rusia, China y Barbados, se reunió con las autoridades de la Cámara Argentina de la Construcción para avanzar en la confección de un programa de refacciones y mantenimiento permanente de los edificios escolares.

Peligro de contagio

Si bien el movimiento de la UCR está dentro de la lógica de la interna nacional de Juntos para el Cambio, el escenario catamarqueño tiene componentes singulares. Los radicales tratan de no contaminarse con la «criptoguerra», en la que sus aliados quedaron muy comprometidos por sus vínculos públicos cpon el «trader» Edgard Adhemar Bacchiani.

El PRO impulsó en noviembre del año pasado, a través de la diputada Saseta y el ex diputado Diego Figueroa, un proyecto para que la Cámara baja respalde las actividades del Bacchiani, propietario de la empresa “Adhemar Capital”, y le otorgue un diploma de reconocimiento.

Bacchiani es objeto de una investigación de la Justicia Federal local y su desempeño fue objetado por el Banco Central y la Comisión Nacional de Valores por la posibilidad de que esté ejecutando una estafa piramidal. Aparte del PRO, tiene el apoyo de la Coalición Cívica, a través del presidente de su congreso provincial, Mariano Manzi (https://elestanio.com.ar/la-terminal-milei/).

“Adhemar Capital” atraviesa una situación compleja e incierta. Por falta de liquidez, está reestructurando sus compromisos. Todos los días se forman frente a su sede largas colas de gente tratando de cobrar o retirar el dinero que invirtieron.

Mientras el «trader» se debate para parar la sangría y tratar de revertirla, sus espadas políticas se borraron del radar (https://elestanio.com.ar/silenzio-stampa-la-soledad-del-trader/)

La situación es potencialmente explosiva y la UCR pretende inmunizarse frente al eventual escándalo.

Los diputados comenzaron a levantar el cerco sanitario en la Legislatura.

 

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