Contreras-Baracat: el dúo más mentado

El fiscal de la Cámara de Apelaciones de Tucumán, Gustavo Gómez, descargó duras críticas a la conducta del juez Federal Miguel Contreras y su secretario, Luis Baracat, en la causa por narcotráfico en la que el excamarista Juan Pablo Morales se benefició con la falta de mérito.

El fiscal de la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán, Gustavo Gómez, completó el arco de fiscales que exigen apartar al juez federal de Catamarca, Miguel Ángel Contreras, de la causa por narcotráfico en la que benefició con la falta de mérito al excamarista Juan Pablo Morales y procesó a Sebastián Domingo “La Chancha” Frías, Marco Antonio Rearte, Pablo Andrés “Piquinino” Frías, Gabriel Eduardo Lazarte, Emilse Elizabeth Aráoz, Roque Luis “La Bestia” Visgarra, Ramón Gastón Emiliano “Carozín” Baigorrí “y un grupo de individuos que hasta el momento sólo han sido identificados como “Villa”, Julio, “Pelado”, “Marcos”, “Tati” y “Gordi”.

Los argumentos que Gómez vertió en la expresión de agravio del incidente procesal para recusar a Contreras coinciden con los planteados en diciembre por el fiscal de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), Diego Iglesias, y sus colegas catamarqueños Santos Reynoso y Rafael Vehils Ruiz: el juez hizo una valoración sesgada de las pruebas para beneficiar a Morales, y por lo tanto la falta de mérito que dictó es nula. A su criterio, corresponde el procesamiento y detención de Morales, y que Contreras sea apartado de la investigación.

La decisión definitiva quedó en manos de la presidenta de la Cámara de Apelaciones, Marina Cossio.

“Recién después de 600 páginas el responsable de la Secretaría Penal bajo cuyo control se ha despachado este expediente (Luis Baracat) da a conocer su vínculo con quien a posteriori resulta beneficiado con una falta de mérito”, señaló el fiscal Gómez

El rol de Baracat

Para Gómez, la conducta de Contreras reviste “gravedad institucional” no solo por la interpretación arbitraria de los elementos probatorios, sino también porque consintió que su secretario, Luis Baracat, actuara mientras se desarrollaba la investigación y recién se inhibiera después de los allanamientos y detenciones alegando su amistad con Morales.

“Recién después de 600 páginas el responsable de la Secretaría Penal bajo cuyo control se ha despachado este expediente da a conocer su vínculo con quien a posteriori resulta beneficiado con una falta de mérito”, señaló el fiscal.

“El amigo del Secretario del Juzgado Federal de Catamarca y del Secretario de la Fiscalía Federal, el imputado Juan Pablo Morales, fue mencionado por Gendarmería en todos los informes que configuran los tres primeros cuerpos de la causa. Dicho en otros términos, todos los informes emitidos por Gendarmería en lo que atañe a la investigación (identificación de las personas involucradas, operaciones ilícitas, individualización de los lugares donde operaban) iban seguidos por la correspondiente resolución que hacía lugar a las intervenciones telefónicas u ordenaba su prórroga. Dichos actos jurídicos procesales fueron rubricados por el Juez Federal Contreras haciendo lugar a las medidas solicitadas por Gendarmería, y refrendadas también por el Secretario Penal Baracat, en carácter de fedatario”, subrayó.

Al no ordenar la detención de Morales, como había solicitado el fiscal Santos Reynoso, Contreras facilitó que el abogado entorpeciera la investigación tratando de direccionar las declaraciones de testigos e imputados.

La banda

Gómez entiende que las escuchas telefónicas realizadas por Gendarmería prueban que Morales era miembro de la banda de narcotraficantes y no se limitaba a brindar asistencia legal. En este sentido, consigna que integrantes de la pandilla se reunieron en más de una oportunidad en el estudio del abogado y realizaron llamadas telefónicas desde allí.

“Desde cualquier punto de vista que se analicen las escuchas telefónicas, queda claro que las charlas de Morales no eran conversaciones de asesoramiento jurídico a sus clientes, sino respecto de operaciones de narcotráfico. Lo más grave es que el magistrado omitió ponderar las reuniones del letrado con los otros miembros de la organización, las menciones de estos últimos, e incluso las múltiples comunicaciones protagonizadas por Morales durante varios meses, en las cuales incluso participó abiertamente de maniobras narcocriminales, como cuándo el investigado “Julio” lo anotició que estaba todo listo para “jugar en la cancha” y el letrado le respondió “listo Julito, un abrazo”, con una clara comprensión de una operatoria destinada a la adquisición de “barbijos verdes”, expuso Gómez.

Con la falta de mérito, concluyó, “estamos ante un sobreseimiento encubierto de Morales”, concluyó.

Esta opinión hace juego con la emitida en la recusación por Reynoso, Vehils Ruiz e Iglesias, quienes consideraron que los allanamientos y detenciones ordenados por Contreras fueron inoportunas.

“Si se examina el expediente con detenimiento, podemos apreciar que la investigación, luego de meses de intervenciones telefónicas que venían arrojando buen producido, se cortó abruptamente con los allanamientos que se realizaron en las viviendas de los investigados –como ya dijimos a excepción de Morales-. Esta decisión no se condice con el avance que venía produciéndose en la pesquisa sino que, por el contrario, al analizar todas las constancias del expediente, podemos suponer que ese corte no tuvo los fines alegados por el juez. De hecho, las maniobras que los imputados habían ido a realizar a Tucumán, claramente de las escuchas se aprecia que se frustraron, por lo que justamente ese no era el momento de realizar los allanamientos, ya que la organización estaba en tratativas de aprovisionarse de mayor cantidad de droga”, evaluaron.

Ver también en El Estaño

https://elestanio.com.ar/fractura-en-el-frente-narco/

 

 

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