La Cripto-Procesión de San Adhemar Convaleciente

De la sede de Adhemar Capital al Juzgado Federal, pasando por el hospital donde está internado Edgar Bacchiani. La peregrinación de los acreedores.

Los problemas de salud del “Trader God” Edgar Adhemar Bacchiani, propietario de la financiera Adhemar Capital, configuraron un circuito que sus acreedores recorren periódicamente con la esperanza de recuperar su dinero.

La “Procesión Bacchiani” comenzó a tomar cuerpo el lunes por la mañana, después del receso de Semana Santa, cuando el financista fue internado en el Sanatorio Junín con un pico de presión producto del estrés. Diagnóstico: ACV con crisis hisquémica transitoria.

Los ahorristas habían montado ese día una manifestación frente a la sede de la firma, ubicada en la calle Intendente Medina casi esquina Avenida Illia, en la zona alta capitalina. Cortaron con un piquete Illia, a la altura de la estación de servicio YPF que está frente a “Papanato”, uno de los negocios adquiridos por Bacchiani en su etapa próspera.

Enterados de la internación, bajaron más de veinte cuadras hacia el este de la ciudad para recalar frente al Sanatorio Junín, ubicado en la calle homónima, manifestarse e interiorizarse sobre la evolución del estado de salud  del convaleciente.

La mayoría sospecha que la hospitalización es una maniobra para dilatar el bicicleteo de los pagos y eludir la acción de la justicia federal local o la de Córdoba, donde está más complicado. Ironizan sobre el “asilo sanitario” de Bacchiani y conjeturan que aguarda la ocasión para trasladarse fuera de la provincia por razones de salud, o evitar quedar preso por el mismo motivo.

La estación parlamentaria ya tiene su justificación litúrgica. “Es el lugar –se reía ayer un acreedor- donde Saseta, Figueroa y Mariano Manzi negaron a San Adhemar Convaleciente. Tres veces, antes de que cante la Justicia”

El periplo sumó ayer otra estación, cuatro cuadras al sur del nosocomio. Los acreedores se concentraron frente al Juzgado Federal para exigir respuestas a sus reclamos. En ese punto podrían confluir en el futuro con los defraudados por RT Inversiones, de Edgardo Bulacios, y Callvu, de Cristian Rojo.

Casa matriz de Adhemar Capital , Sanatorio Junín, Juzgado Federal: tres kilómetros de peregrinación y podría añadirse un punto más.

En la Cámara de Diputados aún está pendiente de tratamiento un proyecto presentado a fines del año pasado por los macristas Natalia Saseta y Diego Martín Figueroa para declarar de interés parlamentario las actividades de Bacchiani y entregarle un diploma por su contribución a la educación financiera de los catamarqueños.

Los promotores políticos de la especulación con criptomonedas se borraron cuando el promovido cayó en desgracia, pero más de uno recuerda el aporte que hicieron a la construcción de la credibilidad del “trader”, insumo indispensable para capturar depósitos.

La estación parlamentaria ya tiene su justificación litúrgica.

“Es el lugar –se reía ayer un acreedor- donde Saseta, Figueroa y Mariano Manzi negaron a San Adhemar Convaleciente. Tres veces, antes de que cante la Justicia”.

 

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