“RT Inversiones” se quedó con lo más suculento del botín de las cripto-estafas, tras ganarle la pelea por la captura de depósitos a “Adhemar Capital”. Bacchiani no pudo contener una estampida de inversores multimillonaria hacia su competidor y se quedó sin fondos para cubrir sus compromisos.
Las cripto-estafas se investigan fragmentadas en varios expedientes judiciales, pero conformaron un único fenómeno de depredación. El éxito del diseño instrumentado por Edgar Adhemar Bacchiani estimuló la irrupción de otros jugadores en el mercado y desató una competencia por la captura de inversores que se tornó descarnada en la segunda mitad de 2021, en el marco de la cual las tasas de retorno fueron incrementándose exponencialmente y las inversiones redistribuyéndose entre las distintas firmas hasta el colapso final. La multiplicación de cazadores y la intensidad de la cacería desmadraron en una suerte de remate, en el que los financistas levantaban la oferta de utilidades de sus antagonistas para retener o sumar clientes.
La financiera “RT Inversiones” arrebató la crema del fraude al imponerse en esa pelea.
Numerosos indicios marcan que la crisis de la financiera de Bacchiani, la más famosa de las cripto-tapaderas y la primera en caer, se precipitó a partir de una estampida de sus depósitos hacia esa firma que le redujo abruptamente los fondos para cumplir con los pagos acordados.
En la causa “RT Inversiones”, además, hay elementos que indican que la empresa disponía de casi 60 millones de dólares para responder a sus acreedores cuando se desplomó, e incluso circularon videos de Edgardo Bulacio padre, el jefe del grupo, sacando bolsos con dinero de la sede ubicada en pleno centro de San Fernando del Valle, sobre calle Rivadavia entre Esquiú y República.
También es objeto de disputa entre el fiscal federal Rafael Vehils Ruiz y el juez Sebastián Argibay el criterio para seguir la ruta del dinero esquilmado y su eventual lavado en propiedades inmuebles y bienes posiblemente transferidos a testaferros.
A diferencia de la pandilla Bacchiani, que se descompuso en traiciones cruzadas, la de los Bulacio consiguió sostener una estrategia colectiva más consistente, que hasta ahora le ha dado mejores resultados para mantener su botín a resguardo.
La Justicia no ha avanzado en la investigación de la fuga de depósitos de la pirámide de “Adhemar Capital” a la de “RT Inversiones”. Tampoco en las maniobras para despojarle el patrimonio que denunció el “Trader God”.
El éxito del diseño instrumentado por Edgar Adhemar Bacchiani estimuló la irrupción de otros jugadores en el mercado y desató una competencia por la captura de depósitos que se tornó descarnada en la segunda mitad de 2021. La multiplicación de cazadores y la intensidad de la cacería desmadraron en una suerte de remate, en el que los financistas levantaban la oferta de utilidades de sus antagonistas para retener o sumar clientes
La acechanza Bulacio
A fines de agosto del año pasado, Bacchiani consignó en una ampliación de su indagatoria que sus problemas financieros comenzaron con la aparición “de otra empresa que ofrecía el doble de rentabilidad”, lo que provocó que “cientos de inversores” retiraran el dinero que habían apostado a su firma. Uno de estos, ejemplificó, sacó 700 mil dólares en una sola movida.
“Decidimos mantener nuestras tasas durante muchos meses más, porque consideré prudente el momento del mercado cripto y era imposible igualar esas tasas, que rondaban el 20%”, declaró.
Con más de veinte años de trayectoria en Catamarca y gerentes que mantenían el perfil bajo, “RT Inversiones” proyectaba una imagen más estable y seria que sus competidoras. Comenzó a ofrecer dividendos por inversiones en cripto-monedas en abril de 2021, después de que Edgardo Bulacio se la compró al ex gerente del Banco de Catamarca Miguel de la Orden.
Bacchiani empezó a marcarla como centro de operaciones de una estafa piramidal a fines de ese año.
– ¿Qué opinás de RT Inversiones?- le preguntaron el 20 de diciembre en un vivo de Instragram que hizo para cruzar la noticia de que el Banco Central investigaba “empresas que ofrecen rentabilidades extraordinarias en criptoactivos”.
– Usura- respondió lapidario.
“¿Vos los viste tradear a esos muchachos en algún momento? Los únicos traders acá son Carlos Bernede, Cristian Rojo y yo, Edgar Bacchiani. Ustedes son dueños de hacer con su plata lo que quieran, pero después no lloren. Vayan a gente que les pueda demostrar que hacen trading. Tengan cuidado con la usura, pueden terminar con líos”, dijo.
Numerosos indicios marcan que la crisis de la financiera de Bacchiani, la más famosa de las cripto-tapaderas y la primera en caer, se precipitó a partir de una estampida de sus depósitos hacia “RT Inversiones” que le redujo abruptamente los fondos para cumplir con los pagos acordados
La guerra por los depósitos
La guerra por los depósitos entraba en su apogeo, rumbo a la crisis definitiva.
El reclutamiento de contribuyentes había ido extendiéndose de los sectores más acomodados hacia los medios, y de ahí a los más humildes, reunidos en corralito por los “poceros” hasta alcanzar cifras con las que negociaban mejores dividendos en un ecosistema ya muy intoxicado por la exacerbación de la competencia.
De acuerdo con la indagatoria de Bacchiani, la corrida desde su empresa hacia la de los Bulacio se aceleró a partir de octubre de 2021, cuando el Gobierno de la Provincia, el Banco Central y la Comisión Nacional de Valores lo enfocaron.
Poco después de blanquear el conflicto con “RT Inversiones”, a principios de enero de 2022, el “Trader God” expuso en otro vivo de Instagram el primer indicio de que comenzaba a hacer agua.
Su intención era trasmitir confianza, pero tiró una oferta que a los días se revelaría como un intento desesperado para no perder base: las rentabilidades vigentes se mantendrían para quienes metieran dinero en “Adhemar Capital” hasta el 14 de febrero de 2022 y habría beneficios especiales para «comerciantes, empresarios, industriales y emprendedores”.
También atacó en esa oportunidad a los desertores de la “familia adhemariana”.
“Vayan y pongan plata en el usurero, vayan y pongan plata en la pirámide que le está haciendo daño al mercado. No los necesito, no necesito su dinero, no necesito absolutamente nada”, los desafió.
“No me gustaría que a ustedes les saquen dinero que les costó construir. Muchos lo han construido conmigo y por cierta codicia o avaricia quieren más. Yo no les voy a dar más: les voy a dar lo que puedo pagar”, explicó, y aconsejó a la gente que se ponga “media pila” al momento de invertir.
“Si vienen esas cosas de las vaquitas y te dicen que vas a ganar un 70% mensual…. Chicos, dos dedos de frente, no hay forma, no la cobrás más. O la cobrás una vez y después no la cobrás más”, asesoró.
Una semana después, el 15 de enero, avisó que purgaría su cartera de “gente compulsiva, maleducada y desagradecida”, que no comprendía el negocio ni compartía la “filosofía” de su empresa.
Varios clientes, informó, le habían exigido intereses más altos para no retirar el dinero.
“25%, como el usurero de calle Rivadavia”, marcó a “RT Inversiones”.
“A mí nadie me pelea las tasas. Hay gente que le ha ido a retirar el capital a este chico y les ofrece el 25, 28 por ciento. En dólares, chicos. Nadie puede pagar eso, ni el mejor trader del mundo. Es usurero, muchachos”.
Todos los esfuerzos resultaron infructuosos, la estampida era imparable.
La Justicia Federal ordenó su detención y la de sus cómplices el 22 de abril. El mismo día, la Justicia de Córdoba desembarcó en Catamarca y allanó su casa y la sede de “Adhemar Capital”.
En la causa “RT Inversiones” hay elementos que indican que la empresa disponía de casi 60 millones de dólares para responder a sus acreedores cuando se desplomó, e incluso circularon videos de Edgardo Bulacio padre, el jefe del grupo, sacando bolsos con dinero de la sede, ubicada en pleno centro de San Fernando del Valle
La caída del clan Bulacio
Mientras, en “RT Inversiones” subía la temperatura por la cesación de pagos.
Edgardo Bulacio, su hijo Edgardo Federico, su esposa Alicia Estela Nieva y los ejecutivos Ariel Vergara y Matías Rolón Reynoso fueron detenidos el 11 de mayo.
La contadora Carolina Bonfanti declaró que la empresa contaba en febrero de 2022 con 58,28 millones de dólares para hacer frente a sus compromisos.
Relató que, cuando la financiera entró en “cesación de pagos”, le pidieron que estableciera el pasivo, pero no le “ofrecieron documentación alguna”.
“Yo lo determiné por ENIDESK, un programa de gestión de acceso remoto, accedí desde mi compu a la computadora de RT y extraje la información. La información la grabé en mi computadora, pero cuando quise volver a consultar ellos ya habían cambiado el usuario y la contraseña”, aseveró.
Además, ofreció registros de mails que intercambió con Miguel de la Orden mientras la crisis ascendía.
De uno de ellos, de febrero de 2022, bajo el título general “movimiento de caja en la cuenta colocaciones en dólares”, surge el siguiente balance precario: “total pagos: U$s 15.213.030; total depósitos 73.499.576,29”: 58.286.546 dólares de diferencia a favor de «RT Inversiones».
Ver también en El Estaño
https://elestanio.com.ar/la-rapina-del-botin-bacchiani/
https://elestanio.com.ar/aydar-retamozo-y-el-bacchi-ducto-long-short/