Con el apoyo al acuerdo con el FMI, Corpacci se desmarca por primera vez de Cristina Kirchner.
El respaldo al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional representa un quiebre en la carrera política de la senadora nacional Lucía Benigna Corpacci, que se desmarca por primera vez del madrinazgo de la vicepresidenta Cristina Kirchner y se arrima al presidente Alberto Fernández en la cruda interna oficialista.
El antagonismo entre cristinistas y albertistas en el Frente de Todos, cuyas evidencias comenzaron a hacerse más ostensibles a medida que el Presidente perdía con la cuarentena récord el consenso que había logrado reunir en el inicio de la pandemia, alcanzaron un punto crítico en el desenlace de las tratativas con el organismo multilateral.
La renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados marcó una escalada respecto de las dimisiones kirchneristas en el gabinete nacional luego de la derrota en las primarias, que indujeron una recomposición y una tregua para atravesar la campaña hasta las generales de noviembre, en las que el oficialismo consiguió acortar distancias.
Si bien Corpacci nunca se refirió a los litigios intestinos de la coalición, su alineamiento con Cristina no admitía dudas. La adhesión a la Vicepresidenta es parte medular de su capital político y aparte la unen a ella lazos familiares y afectivos profundos.
El silencio sobre las tensiones que atravesaba la alianza oficialista se interpretaba, además, como un gesto de consideración hacia el gobernador Raúl Jalil, más inclinado, como la mayoría de los gobernadores, a tratar de robustecer la menguada autoridad presidencial.
La armonía de las relaciones entre Jalil y Corpacci sufrió un cortocircuito a mediados de diciembre, cuando el mandatario consiguió encumbrar a su ministra de Minería, Fernanda Ávila, como secretaria de Minería de la Nación, en contra de las pretensiones de Corpacci, que aspiraba a cubrir el casillero con una persona de su sector. Las rispideces se resolvieron con las designaciones del diputado provincial corpaccista Marcelo Murúa en reemplazo de Ávila y, ahora, el senador belicho Jorge Solá Jais al frente de la empresa provincial minera CAMYEN.
Dos semanas después de la dimisión de Máximo, cuatro antes de la declaración de guerra de Cristina, Corpacci blanqueó la orientación de sus lealtades y dijo: «Tenemos la enorme responsabilidad de acompañar la decisión de nuestro Presidente y no dejar al país en default”
El desmarque
La prescindencia de Corpacci respecto de la interna nacional terminó con la renuncia de Máximo en disidencia con el desarrollo y el final de las negociaciones con el Fondo. Su madre completó el movimiento rupturista después de que el acuerdo fue aprobado en la Cámara de Diputados, con el voto en contra de La Cámpora, y su despacho apedreado por manifestantes. Emitió un video con un pronunciamiento en el que consideró el pacto una malversación del legado de Néstor Kirchner.
Dos semanas después de la dimisión de Máximo, cuatro antes de la declaración de guerra de Cristina, Corpacci blanqueó la orientación de sus lealtades. Dijo: «Tenemos la enorme responsabilidad de acompañar la decisión de nuestro Presidente y no dejar al país en default, pero la gente debe saber que hay responsables de generar esta deuda ilegítima».
A esa primera manifestación le siguieron otras, insistentes, todas en el mismo sentido.
Sin embargo, la señal más nítida de su reacomodamiento se produjo el 24 de febrero, cuando compartió con Fernández el sitial de principal oradora en un acto organizado en Catamarca para celebrar los 76 años de la primera victoria electoral de Juan Domingo Perón. Una efeméride exótica: jamás había formado parte hasta entonces de la liturgia peronista y solamente se conmemoró en Catamarca.
“Los que nos endeudaron y fundieron, los que supuestamente tenían el mejor equipo de los últimos 50 años, ahora no se hacen cargo de nada. Y ahí aparece nuestro Presidente, Alberto, poniendo el hombro para recuperar el país”, dijo Corpacci.
Jalil, por su parte, comprometió el voto en el Congreso de todos los legisladores peronistas catamarqueños, con ella incluida en el lote.
Hasta ahora cumplió, y no solo con los oficialistas. Los tres diputados catamarqueños peronistas votaron a favor, igual que sus dos colegas radicales. Incluso Dante López Rodríguez, cuya filiación corpaccista es de intensidad fanática.
La ex gobernadora debe todavía votar en el Senado, pero hay muy poco margen para esperar que se oponga. Con el voto del senador Guillermo Andrada, se completará el cupo justicialista. También es previsible que vote a favor el senador radical Flavio Fama.
De tal modo, con la totalidad de la representación catamarqueña en el Congreso -8 tribunos- dando su consentimiento, Lucía Corpacci perfeccionará su emancipación.
Como en 2009, cuando se emancipó de Eduardo Brizuela del Moral y acometió, bajo la guía de Armando «Bombón» Mercado, el tramo final de su derrotero a la Gobernación de Catamarca.
Ver también en El Estaño
https://elestanio.com.ar/que-se-rompa-pero-que-no-se-doble-el-testamento-de-cristina/
https://elestanio.com.ar/poscorpaccismo-nonato/