Ningún otro caudillo eclesiástico contribuyó tanto como Luis Urbanc al desprestigio, el aislamiento y el deterioro del liderazgo moral de la Iglesia Católica catamarqueña.
Con la reconvención por discriminar a las mujeres que le hizo el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), el obispo de Catamarca, Luis Urbanc, se afianza como uno de los más eficaces “aliades” de la causa feminista, la llamada “ideología de género” y el laicismo. Involuntario, pero “aliade” al fin: ningún otro caudillo eclesiástico contribuyó tanto como él al desprestigio, el aislamiento y el deterioro del liderazgo moral de la Iglesia Católica catamarqueña. Un éxito notable, si se considera la indiferencia institucional que el clero ha tenido por lo general respecto de los problemas sociales y políticos de la provincia.
Urbanc cumplirá el 27 de diciembre 15 años al frente del Obispado. En el balance de su gestión, se destacan el amparo material y espiritual prestado a sacerdotes abusadores, los dislates oratorios y los enardecidos pronunciamientos a favor de las posiciones más ultramontanas, el avance del credo evangelista, la resistencia a la legalización del aborto y la Educación Sexual Integral y la exposición obscena de los privilegios y negocios entre la Iglesia y el Estado.
La reprensión del INADI remacha la degradación.
El triunfo feminista
El dictamen del organismo condena una homilía que Urbanc pronunció el 17 de julio de 2019 en la capilla del Señor de la Agonía, en la localidad tinogasteña de Palo Blanco, en la cual recomendó a las mujeres “laburar” si pretendían tener los mismos derechos que los hombres.
“Las chicas ahora quieren ser igual que los varones ¡Laburen! Agarren un martillo, una maza, un corta fierro, y van a ser iguales que los hombres y no se les va a caer nada”, dijo.
Las palabras desencadenaron un alud de repudios, que incluyó más de 40 denuncias en el INADI.
En él mismo sermón, Urbanc se había despachado contra los legisladores “calientasillas” y la utilización electoral de la política de viviendas. Varias de las acusadas por limitarse a templar poltronas le salieron al cruce inmediatamente, pero el obispo no sintió que las objeciones de las mujeres integrantes de la política lo afectaran al punto de excusarse.
Distinta fue la salida de la Asamblea de Mujeres, conjunto de colectivos feministas que unos días después de que las mandara a “laburar” montó una conferencia de prensa y difundió un documento lapidario. Recién ahí, mientras las denuncias en el INADI se apilaban, el logorreico Urbanc consideró indispensable pedir disculpas.
Urbanc cumplirá en diciembre 15 años al frente del Obispado. En su gestión se destacan el amparo prestado a sacerdotes abusadores, los enardecidos pronunciamientos a favor de las posiciones más ultramontanas en la resistencia clerical a la legalización del aborto y la Educación Sexual Integral, y la exposición obscena de los privilegios y negocios entre la Iglesia y el Estado
Las feministas recorrieron todo el espinel de las miserias eclesiásticas, empezando por la protección a sacerdotes abusadores y pedófilos, siguiendo por el silencio en torno a los delitos contra la integridad sexual, la violencia de género y los femicidios, hasta llegar a los subsidios que el clero obtiene del Tesoro público, salarios incluidos, para concluir con la exigencia de que la Iglesia debe separarse del Estado. El documento incluía una fuerte reivindicación del aborto legal y la aplicación de la ley de Educación Sexual Integral, dos anatemas .
Algunas de las políticas que habían reprochado la desmesura del prelado adhirieron al pronunciamiento, pero ninguna había osado meter el cuchillo tan hondo como para marcar las lacras de la pedofilia y el parasitismo.
Urbanc no reculó ante las críticas de las políticas, sino ante el feminismo en pie de guerra.
Un mazazo. El documento fue firmado por el Colectivo Laico Catamarca; Eulalias Comunicadoras Feministas Catamarqueñas; la Colectiva Feminista; las diputadas Cecilia Guerrero, Adriana Díaz y Verónica Mercado; el Colectivo Somos Tierra; el Partido Obrero; el Observatorio Feminista; el Observatorio de Género Lebenshon; la Agrupación Norma Plá; el Frente de Estudiantes por el Derecho a Decidir; la UCR Diversidad; la Oleada Feminista; las Mujeres Socialistas; la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos de Argentina; los Radicales Ola Verde; la presidenta de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos María Elena Nadeo y el Instituto Laico de Estudios Contemporáneos y Civiles Vivhis.
En la contrapartede, nadie salió a justificar al obispo.
Cinco personas siguieron el trámite en el INADI y lograron un pronunciamiento sin precedentes.
El organismo recomendó al obispo que “reflexione sobre sus expresiones y los presupuestos en los que se apoya, para evitar en el futuro repetir dichos que reproducen estereotipos discriminatorios que no valoran a las mujeres y las consideran inferiores que el varón”.
Para Demian Zayat, director de Asistencia a la Víctima del INADI, el líder religioso “ha evidenciado prejuicios discriminatorios en relación a las mujeres al banalizar las luchas de este colectivo y reducir sus reclamos a una mera distribución de tareas”.
Ver también en El Estaño
https://elestanio.com.ar/apenas-una-polilla-en-la-sotana/