La motosierra empezó por Macri

Macri atentó contra la integridad de Juntos por el Cambio para abrazarse a Javier Milei. Empieza a aislarse frente al peligroso ascenso de su peor enemigo: Sergio “Ventajita” Massa, a quien se asigna una memoria más larga que la de Ireneo Funes.

El acuerdo con Javier Milei completa una parábola de desaciertos de Mauricio Macri que amenaza con aislarlo y dejarlo a expensas de su peor enemigo: Sergio Tomás “Ventajita” Massa.

El genio estratégico atribuido al expresidente se destapa como un inmenso “bluff”.

No hay fractura en Juntos por el Cambio. La UCR, la Coalición Cívica y los 10 gobernadores que la alianza tendrá a partir de diciembre rechazaron sin fisuras el pacto con Milei, acompañados por caracterizados referentes del PRO como Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal.

En lugar de romperse, Juntos se afianzó y empieza conjugar su aglutinante originario, el antikirchnerismo, con el incipiente antimacrismo estimulado por dirigentes que fueron objeto de las humillaciones y las barrocas manipulaciones del líder fallido.

Por desesperación, megalomanía o una conjunción de ambos elementos, Macri limitó sus opciones a un triunfo de Milei en el balotaje que parece cada vez más improbable, con una maniobra inconsulta ejecutada a través de Patricia Bullrich en contra de una estructura ya instalada de 10 gobernadores, casi un centenar de diputados nacionales, 24 senadores, más de 500 intendentes, legisladores provinciales y concejales. A ese esquema tendrá que pedirle blindaje político en caso de que Massa llegue a la Casa Rosada y la Justicia, siempre ligera para acomodar el cuerpo, comience a interesarse por los expedientes judiciales que lo comprometen.

El amateurismo del operativo es inconcebible.

Macri y Milei se aplican la motosierra a sí mismos, mientras Sergio Massa empieza soñar con un triunfo demoledor que lo saque del 36%

La derrota de Bullrich es solo un elemento del proceso electoral que concluirá el 19 de noviembre, importante sin dudas, pero que conviene no tomar aislado. Una perspectiva menos ombliguista muestra a Juntos por el Cambio en mejor situación de la que entró en la contienda debido a las victorias provinciales que obtuvo a lo largo del año.

El cambio con el que justifica Bullrich su acercamiento a Milei, por orden de Macri, que fue anfitrión del encuentro y celestino de la reconciliación, ya ocurrió por imperio de las urnas.

El diseño institucional con el que tendrá que operar el próximo presidente terminó de definirse en la primera vuelta y la gravitación lograda allí es el activo más importante que tiene Juntos para incidir en la reconfiguración del ecosistema político. No tiene ningún sentido licuarlo anticipadamente en compromisos con cualquiera de los dos candidatos que quedaron en carrera, mucho menos al costo de aliarse con un personaje tan estrafalario e inestable como Milei.

El gobernador cordobés Juan Schiaretti, que retuvo Córdoba para el “cordobesismo” con la sucesión de Martín Llaryora, duplicó los votos obtenidos en las PASO y llegó al 7% en la primera vuelta, optó por la prescindencia en el balotaje a la espera de la oportunidad más conveniente para avanzar en tratativas.

Con un capital mucho mayor, es razonable que Juntos apueste a sostener identidad y consistencia y repudie la jugada individual de Macri.

La errónea lectura de Macri hizo sinergia con las limitaciones del propio Milei, cuyo perfil anticasta se desdibuja en la reconciliación con la “asesina montonera” Bullrich.

El gastronómico Luis Barrionuevo abrió las deserciones tras el sorpresivo anuncio y lo siguieron la mayoría de los diputados libertarios electos en Provincia de Buenos Aires.

El pacto podría degenerar en una estampida que erosione aun más las chances de Milei, que prácticamente anuló las posibilidades de ampliar su base con los dislates y agresiones indiscriminadas que sembró en su ascenso.

Faltan tres semanas para el balotaje. Juntos por el Cambio, Schiaretti y la izquierda de Miryam Bregman, cada cual con su paquete, aguardan el desenlace sin ansiedades.

Macri y Milei se aplican la motosierra a sí mismos, mientras Sergio Massa empieza soñar con un triunfo demoledor que lo saque del 36%.

Ver también en El Estaño

https://elestanio.com.ar/el-gran-derrotado-fue-macri/

https://elestanio.com.ar/macri-sacrifica-a-bullrich-para-potenciar-a-milei/

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