La estrategia herbívora

El recrudecimiento de la interna en el Frente de Todos apresuró los realineamientos en Juntos por el Cambio, con la reaparición Elisa Carrió ataviada de leona herbívora.

Los movimientos en torno al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional aceleran los desprendimientos en los extremos de la grieta clásica, con una apuesta transversal: el costo político que pagará Alberto Fernández por las medidas que se verá obligado a tomar le impedirá acceder a la reelección.

Hay un nuevo ecosistema en ciernes, embrionario. Para abortarlo, ultramacristas y cristinistas necesitan como mínimo retener íntegras sus bases y revertir las fugas a derecha e izquierda que experimentaron en las elecciones de medio término. Sus antagonistas internos buscan hacer pie en los grises del centro: a los tibios los vomita Dios, pero tal vez les sonría el electorado (https://elestanio.com.ar/presion-hacia-el-centro/)

La renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque de diputados del Frente de Todos, disconforme con el desarrollo y el desenlace, aún provisorio, de las tratativas con el FMI, fue ocasión para una nueva refundación del postergado “albertismo”, de evolución incierta y demorada por la gira del Presidente a Rusia, China y Barbados (https://elestanio.com.ar/enesima-refundacion-del-albertismo/).

Hay un nuevo ecosistema en ciernes, embrionario. Para abortarlo, ultramacristas y cristinistas necesitan retener íntegras sus bases y revertir las fugas a derecha e izquierda que experimentaron en las elecciones

Mientras el sucesor de Máximo, Germán Martínez, porotea para impedir que el rechazo del cristinismo sea mayoritario en la bancada oficialista, Carrió se arrima al radical Gerardo Morales para cortar la atropellada de los halcones macristas que, instigados por la presidente del PRO, Patricia Bullrich, también quieren hacer naufragar el acuerdo y empujar a Fernández al decreto. Lo mismo que los cristinistas, que aspiran a desligarse de los perjuicios de un ajuste a cara descubierta bajo las directivas del imperialismo.

Morales y Carrió entienden que Fernández abonará la factura de cualquier forma, pero sus posibilidades de recuperarse serán mayores si se le niega colaboración en el Congreso en esta instancia. Ayudarlo desde la oposición, a criterio de ambos, demostraría que es posible prescindir del cristinismo para gobernar. Esto es: lo mismo que los “albertistas”, con la diferencia de que éstos están asociados con sus verdugos.

Mientras Germán Martínez porotea para impedir que el rechazo del cristinismo sea mayoritario en la bancada oficialista, Carrió se arrima al radical Gerardo Morales para cortar la atropellada de los halcones macristas en la oposición

En un plenario virtual de la Coalición Cívica, Carrió pidió a sus diputados nacionales “acompañar y discutir” el acuerdo.

«Es posible que no se produzcan grandes mejoras en la economía luego de acordar, pero estaríamos evitando males mayores, como el aislamiento internacional y la parálisis productiva», explicó.

A Juntos por el Cambio le alcanzaría con dar quórum y abstenerse para que el acuerdo se apruebe en la Cámara baja. El desenlace, especulan, quedaría librado a la relación de fuerzas del oficialismo.

Después, el tratamiento en el Senado,  Cristina Kirchner obligada a destapar sus naipes y la profundización de la fractura en el Frente de Todos.

 

Ver también en El Estaño

https://elestanio.com.ar/el-pato-de-la-boda-fernandez-entre-dos-fuegos/

https://elestanio.com.ar/la-coordenada-fmi/

 

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